Por: María C. Pérez Machado
El 20 de octubre, marca en la historia de Cuba, una de sus Fechas Patria más trascendente, esencia de las raíces cubanas. Ese día, del año 1868, se escribió la letra del Himno Nacional Cubano.
Repicaba la campana del Ingenio “La Demajagua” el día 10 de octubre de 1868 y con ello Carlos Manuel de Céspedes, ante un grupo de patriotas, daba a conocer el “Manifiesto de la Junta Revolucionaria de la Isla de Cuba”. Se proclamaba así la libertad e independencia, que buscaba la igualdad de todos los hombres, blancos y negros, cubanos o españoles.
El primer enfrentamiento armado entre el naciente Ejercito Libertador y las fuerzas españolas, tuvo lugar al día siguiente, en el poblado de Yara al grito de ¡Viva Cuba Libre!; pero la superioridad numérica y de fuego de los colonialistas hicieron sufrir a los cubanos la primera derrota. A pesar de lo cual este hecho, que pasó a la historia como el “Grito de Yara”, dio a conocer a Cuba y al resto del mundo que se había iniciado la lucha independentista y no amilanó el espíritu revolucionario de la gesta. En lugar de desistir, otros patriotas se unieron a la causa, crearon el Primer Gobierno de la República en Armas y decidieron agruparse para atacar la ciudad de Bayamo.
El 20 de octubre de 1868, tras la capitulación de las fuerzas españolas en Bayamo ante las tropas mambisas del Ejército Libertador comandadas por Carlos Manuel de Céspedes, el pueblo bayamés, eufórico, pidió al patriota cubano Pedro Figueredo, Perucho, que escribiera la letra del himno compuesto meses antes por él y orquestado por el también cubano Muñoz Cedeño, y que ya todos tarareaban.
Es así, que en medio del alboroto popular por la victoria, sentado en el lomo de su caballo, escribe Perucho la letra de “La Bayamesa” que copiada de mano en mano se cantó por todos los presentes en ese glorioso momento.
Cada verso de “La Bayamesa”, es un llamado a la lucha, un grito de guerra, un canto a la libertad, una evocación del sentir común. Es la determinación del pueblo de empuñar la bandera cubana junto al grito de ¡Viva Cuba Libre! hasta ver la Patria libre o morir por ello.
Al finalizar la guerra hispano-cubana-norteamericana, se instauró “La Bayamesa” como Himno Nacional Cubano, excluyéndose las cuatro últimas estrofas de las seis con que contaba originalmente. En primera instancia para no hacer alusión a otra nación y además porque resultaba muy largo comparado con otros himnos.
¡Al combate corred bayameses,
que la Patria os contempla orgullosa;
no temáis una muerte gloriosa,
que morir por la patria, es vivir!
En cadenas vivir, es vivir
en afrenta y oprobio sumidos.
Del clarín escuchad el sonido,
¡A las armas valientes corred!
El 22 de agosto de 1980, el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros de Cuba, acordó en su Decreto Nº 74 instituir el 20 de octubre como “Día de la Cultura Cubana” por ser el Himno Nacional, “La Bayamesa”, según consta en el Decreto “…canto pleno a la insurrección libertadora y a la abolición de la esclavitud y manifestación artística de ese profundo e irreversible acto configurador de la conciencia cubana, expresión y símbolo más alto y genuino de nuestra cultura nacional”.